En los inicios de la grabación de música en directo, los equipos analógicos dominaban la escena. Grabadoras de cinta multipista, mezcladoras analógicas y procesadores de efectos clásicos como el compresor LA-2A y el ecualizador Pultec, aportaban un sonido cálido y característico. Aunque la tecnología digital ha avanzado enormemente, muchos ingenieros y músicos aún valoran el encanto y la riqueza sonora de los equipos analógicos, especialmente para géneros como el rock y el jazz.
La llegada de la tecnología digital transformó la grabación de música en directo, ofreciendo una flexibilidad y precisión sin precedentes. Grabadoras digitales multipista, mesas de mezclas digitales y software de grabación permiten capturar y editar el sonido con una calidad excepcional. La capacidad de grabar en alta resolución, la facilidad de edición y la posibilidad de utilizar plug-ins de efectos virtuales han abierto un mundo de posibilidades creativas para los ingenieros de sonido y los músicos.